domingo, 17 de junio de 2007

Snuff Killer, la Morte in Diretta (2003)

La noticia del fallecimiento (el mes pasado) del director Bruno Mattei no es de esas que abren telediarios ni provocan homenajes en televisión. Ni siquiera es de las que llegan a merecer (según algunos) una miserable reseña en una revista especializada. Es posible que Mattei no fuese lo que muchos consideran un buen director de cine, pero alguien que, como él, brindó a tantos millones de personas buenos ratos de descaro fílmico bien merece ser recordado.
No es Snuff Killer su última película. En los últimos tiempos, el realizador romano se empeñó en realizar refritos de todos los géneros dorados de la mejor época del fantástico italiano. Pelis de caníbales, de psicopatas, thrillers eroticos, zombis...todas rodadas con cuatro duros, la mayoría en Filipinas, para venderlas a países tan dispares como Indonesia, Rusia o Sudafrica.
Toda su vida transcurrió por la serie Z mas loca, con películas de culto como Robowar (un refrito de Terminator y Depredador todo en uno), Apocalipsis Canibal (haciendo pasar Barcelona por la selva de Nueva Guinea), Terminator 2 (antes de que Cameron rodara la suya, claro) o Cruel Jaws (en la que usaba todo el metraje que pudo del Tiburón 3 de Castellari para rodar una copia del Tiburón de Spielberg). El loco mundo de la serie B.
La peli que nos ocupa, Snuff Killer, es, digamoslo claro, un asco. Hasta su título es un fraude, ya que se rodó con el menos atractivo nombre de Blue Eyes. Es otro más de esos thrillers pretendidamente eróticos con mujeres de mediana edad desnudas (en este caso Carla Solaro y sus pechugas sintéticas) sin un ápice de suspense, acción o emoción. 90 minutos de linea plana. Eso si, con unas escenas de tortura de pura risión, realizadas por fans del Club Disney por lo menos. Ni snuff ni leches, la peli es una tontuna de medianoche, para pajilleros con boina, con unos creditos falsisimos que acreditan directores de fotografia para las escenas en Holanda y decoradores para las de Francia, cuando todo se rodó en cuatro paredes de algún estudio cutre de Roma. No es el mejor homenaje que se le puede hacer al amigo Mattei, así que mejor miraos Apocalipsis Caníbal. Risas sin fin.

Snuff Killer, la Morte in Diretta (Bruno Mattei, 2003)
Con Carla Solaro, Gabriele Gori, Carlo Mucari, Federica Garuti, Anita Auer.
Puntuación: 0/10

2 comentarios:

lenoreanabel dijo...

"Apocalipsis Canibal (haciendo pasar Barcelona por la selva de Nueva Guinea"...dios, con esto me has matado. jajajajajajaja.

Mr. D dijo...

Tendrías que verla. Los exploradores paseando por la montaña de enfrente de mi casa mientras van encontrandose aborigenes y animales sacados de algun documental (el salto en la imagen es indescriptible)...