Uno su Due (2006)

El tema de las enfermedades terminales es uno del que especialmente huyo cuando se convierte en el centro argumental de una película. Odio con todas mis fuerzas la pornografía emocional con las que tratan el tema las cinematografías asiáticas, y me repugna igualmente la utilización sensiblera del cancer en cintas como la abominable Planta 4ª. El hecho de que este sea el tema sobre el que gira la historia de Uno su Due ha sido una sorpresa para mí, que prefiero no saber absolutamente nada de las películas que veo, ni siquiera de que van. Para mí, la sola presencia como protagonista de Fabio Volo ya era suficiente aval como para ir investigando. No me equivocaba.
Volo interpreta a un abogado, un tipo egocentrico y cabrón, cuya unica visión de la vida es la que corresponde a su ambición ilimitada. Cuando un día sufre un desmayo, despierta ingresado en la planta de tumorología de un hospital, en espera de unas pruebas que decidirán el resto de su existencia.
Uno su Due es una gran película, eso debe quedar claro. Más que una historia triste sobre hospitales, enfermedades y desgracia, es la historia de un viaje: el viaje que lleva a ese personaje hijo de puta, casi insoportable, de las primeras secuencias a quien llega a ser posteriormente. En el camino, descubrimientos, la balanza de la vida, amistades fugaces y encuentros afortunados.
No es una película que busque la lágrima fácil (ni siquiera la dificil) pero es dificil no emocionarse y reconocerse en el miedo del protagonista a irse de este mundo antes de tiempo. Veanla y me dicen.

Uno su Due (Eugenio Cappuccio, 2006)
Con Fabio Volo, Ninetto Davoli, Giuseppe Battiston, Anita Caprioli, Tresy Taddei.
Puntuación: 8.5/10